Quien ha liderado equipos con humanidad, claridad, propósito, y foco en resultados de negocio, tiene hoy una ventaja competitiva sustancial para liderar a la IA generativa.

Si, liderar IA generativa. Porque a diferencia de lo que se cree, no alcanza con "aprender a usar ChatGPT". Volverse experto en trabajar con esta herramienta implica un proceso más profundo: probar, equivocarse, ajustar, crear en espiral.

Los líderes que mejor han guiado personas tienen ya la musculatura necesaria: saben como dar contexto, pedir con precisión, verificar entendimiento, invitar a la participación, estimular pensamiento crítico. Estas son las mismas habilidades que permiten conversar con la IA generativa para que no solo responda ... sino que piense con vos. 

Y ahí ocurre la magia. Porque no se trata de pedirle que redacte un mail o resuma un texto. Se trata de cambiar el modo en que trabajamos, pensamos y resolvemos problemas. Es la diferencia entre digitalizar una tarea y rediseñar el proceso. Implica soltar lo que hacíamos "a mano" para abrazar nuevas formas.

Volverse un hard user de ChatGPT es como hacer Scrum con un compañero que nunca se cansa: iterás, subís un peldaño, reflexionás y volves a subir. En esa escalera espiralada de conocimiento, el liderazgo se reinventa.

¿Y si el verdadero diferencial ya no fuera saber mucho, sino saber liderar a quien sabe todo?


Sole Corbière
Directora de CORBIERE & Co. -technical recruitment-